Zambia ha cambiado radicalmente todas las ideas preconcebidas que tenía sobre África. Desde la ignorancia, supe sobre sus hermosos atardeceres pero nunca imaginé la bondad de su gente y la autenticidad de su forma de vida.
Su respeto hacia los animales, que campan a sus anchas en libertad, debería ser ejemplo. Viviendo salvajes, nadie te asegura que vayas a llegar a verlos. De ahí la magia cuando te los encuentras fortuitamente tras alguna arboleda.